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Mario paternina

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mario Paternina, uno de los mejores cajeros del país, nos regala una demostración en la caja y unos videos de enseñanaza sobre los aires vallenatos, se agradece su humilidad y empeño por compartir y difundir su sabiduria en el folclor vallenato. A continuacion su biografia y una muestra de su trabajo.



    



Hijo de uno de los primeros acordeoneros que tuvo la sabana, Alcides José Paternina Gamarra, y hermano del consagrado acordeonero, dos veces Rey Sabanero y educador Felipe Paternina Payares, Mario Paternina dice que tiene vocación de cura. Estuvo en el seminario, estudió la Carrera de Filosofía con especialidad en Ciencias Religiosas, pero en la iglesia descubrió cierta confusión y terminó casándose a escondidas con la que fue su esposa, Eustorgia del Socorro Klebert Barreto, por eso hubo de salir de la iglesia y se fue detrás de su instrumento, la caja.




Hoy, retirado de la caja al menos en los conjuntos profesionales, tiene la satisfacción de ser considerado el cajero más bueno del país, el que más aportó a la modernización en el toque de este instrumento y quizás el más solicitado para asuntos de grabaciones musicales. Tiene, además, 9 hijos, seis mujeres y tres varones (Glenda Lissette, Margarita María del Carmen, Marcela de Jesús, Mariana, Nini Johana, Oscar David, Jorge Mario, Cristal del Mar y Leonardo David, dentro de las mujeres hay una que es adoptada. Sus gafas de intelectual, su risa picarona, mientras maneja su Monza Deportivo, negro, engallado, fondillo recortado, no denota al mejor cajero de Colombia (respeta en su estilo a su compadre Rodolfo castilla). Paternina no tiene la pinta del cajero aquel tradicional, de manos ásperas y pecho abultado que sonaba la caja con estrépito fiestero y que se anunciaba en todo el pueblo. No. Paternina no se siente cuando toca, pues sus manos se deslizan suaves por el parche y su golpeteo técnico, como si en vez de tocar manoseara los pezones de una muchacha le hace parir al instrumento sonidos antes no imaginados. Con sus manos finas, de apariencia frágiles, como el gaitero Juan Lara, tal parece que Paternina pasara los dedos por candela, para tenerlos tan briosos. De los cajeros tradicionales respeta a un cajero a un percusionista Sampuesano, Olimpo Beltrán, de esos que le dan duro a la caja y se oyen desde lejos. También recuerda al Mocho, un cajero de estirpe, Sincelejano, que anduvo con los Corraleros de Majagual. De Carmelo Barraza, dice que es un ejemplo especial, pues éste fue el pionero del estilo, pero que se opacó un poco con Alfredo y perdió después -al salir del conjunto del rebelde- algo de agilidad en las manos.


Biografía de Mario Paternina
Por: Alfonso Hamburguer